Demandan por intrusismo profesional a una inteligencia artificial que ejerce como abogado generando documentos para reclamaciones.
Compartimos un extracto del artículo de Marcos Merino (@MarcosMerino_B) de la revista digital Genbeta.
DoNotPay saltó por primera vez a la fama en 2015, en forma de generador automático de recursos de multas de aparcamiento. En sus cuatro primeros meses de funcionamiento, logró ahorrar casi 4 millones de dólares a la mitad de los 86.000 usuarios que recurrieron a la app. En 2019, se convirtió también en un cancelador automático (tras el primer mes gratis) de suscripciones a plataformas.
Hasta que, hace sólo unos meses, presentó un servicio de chatbot (basado en la misma tecnología que ChatGPT) capaz de negociar facturas en nombre del usuario. Y, pocos días después, buscó el ‘más difícil todavía’: DoNotPay le pagaría un millón de dólares a cualquier abogado que, frente a la Corte Suprema de Estados Unidos, aceptara usan AirPods para repetir la argumentación de su ‘abogado robot’.
Cuando, finalmente, estaba previsto que eso ocurriera el 22 de febrero, el plan de DoNotPay se suspendió después de que múltiples asociaciones de abogados amenazaran a la compañía. En palabras de su fundador Joshua Browder:
“Malas noticias: tras recibir amenazas de los fiscales del Colegio de Abogados del Estado, parece probable que me encarcelen durante 6 meses si insisto en llevar un abogado robot a una sala física. DoNotPay pospone nuestro caso judicial y se apega a [proteger] los derechos del consumidor. A diferencia de todo el drama judicial, este tipo de casos se pueden manejar on line, son simples y están desatendidos”.
— Joshua Browder (@jbrowder1) January 25, 2023
Sin embargo, puede que finalmente Browder no se libre de sentarse en el asiento de los acusados (la buena noticia es que así nadie le impedirá que confíe en su ‘abogado robot’ para ejercer su defensa): ha sido acusado de ejercer la abogacía sin licencia.
Y no por su intento fallido de actuar ante el tribunal, sino por sus actividades relativas a los derechos del consumidor. En su demanda, el bufete de abogados Edelson, de Chicago, argumenta que:
“Desafortunadamente para sus clientes, DoNotPay no es en realidad un robot, un abogado ni un bufete de abogados. DoNotPay no tiene un título en Derecho, no está autorizado como tal en ninguna jurisdicción y no está supervisado por ningún abogado”.
Aunque, dado que el abogado robot de DoNotPay se basa en la tecnología de ChatGPT, que ya ha demostrado ser capaz de aprobar el ‘Bar Exam’ (el examen que debe aprobarse en los EE.UU. para poder ejercer la abogacía), esa objeción en concreto podría ser discutible.
El bufete representa a Jonathan Faridian, un antiguo cliente de DoNotPay que critica a esta compañía por hacerle creer que había comprado acceso a documentos legales equivalentes a los que podría proporcionarle “un abogado competente”, mientras que finalmente obtuvo resultados que califica como de “poca calidad”.