Siempre lean un contrato antes de firmarlo. Esta semana salió la noticia de los actores de The Blair Witch Project (1999), quienes intentan reclamar al estudio Lionsgate un pago retroactivo de 25 años de regalías. Pero al parecer es muy difícil obtener ese dinero. ¿Por qué? Analicemos este caso:
‘The Blair Witch Project’ fue el primer ‘fenómeno viral’ del cine gracias a la internet, que en aquel entonces estaba en sus primeros años.
Fue una película de horror filmada como si fuera un documental, y fue estrenada en cines bajo la premisa de que los hechos sucedieron realmente. Los actores en la pelicula usan sus verdaderos nombres.
Fue filmada en apenas ocho días por cineastas inexpertos que iban improvisando sobre la marcha. Se dice que tuvo un presupuesto de unos 60 mil dólares para el rodaje, que luego se extendió hasta 200 mil en post-producción.
La película fue distribuida en 1999 por la compañía Artisan Entertainment, y ellos compraron los derechos de los nombres y los rostros de los actores. Les pagaron 300 mil dólares a cada uno, y esto sin saber si la película iba a ser un éxito o no. Fue una apuesta que hizo esa compañía y que al final resultó ser MUY rentable.
En 1999, que a un actor de muy bajo calibre le pagaran 300 mil dólares por una película (y filmada en ocho días) era MUY buen dinero. Como referencia, en el 2013 a Henry Cavill le pagaron 300 mil dólares por protagonizar Man of Steel (El Hombre de acero).
Obviamente los actores al ver tanto dinero no lo pensaron dos veces en ceder sus derechos, incluso una de las actrices reconoció que ni siquiera leyó el contrato y así lo firmó.
Al ceder sus derechos también renunciaron a cualquier regalía generada por la película, porque la compañía se estaba arriesgando a que el filme fuera un fracaso en taquilla.
Para fortuna de la compañía, la Bruja de Blair fue un éxito obsceno de proporciones bíblicas recaudando casi 250 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Pero los actores no recibieron ni un dólar de esos 250 millones.
En el 2000, Artistan Entertaiment lanzó ‘Blair Witch 2’ para tratar de seguir exprimiendo a la bruja. En esa secuela no regresan los actores originales, pero sí utilizan videos de la primera película. Entonces los actores originales intentaron demandar a Artistan por explotar su imagen sin su permiso, a lo que Artistan respondió diciéndoles que ellos son dueños de sus caras y de sus nombres, y pueden hacer lo que quieran.
En el 2003, Lionsgate compró Artisan Entertainment, y por lo tanto también adquirió los derechos de la Bruja de Blair, lanzando un reboot en el 2016 al que no le fue tan bien.
Ahora, este año 2024, hace un par de semanas Lionsgate anunció que ya está preparando un nuevo reinicio junto a Blumhouse y producida por James Wan. Y los personajes en el reinicio se van a llamar como los actores reales, porque así son los nombres de los personajes en la historia.
Hace unos días, Joshua Leonard, uno de los actores originales lanzó un comunicado efusivo diciendo que nadie los contactó para pedirles permiso para hacer ese reboot, y que era “una falta de respeto”:
—”A estas alturas, son 25 años de falta de respeto por parte de quienes se han embolsado la mayor parte de los beneficios de NUESTRO trabajo, y eso me parece asqueroso y falto de clase”—
Le piden a Lionsgate que les proporcione pagos residuales retroactivos y futuros —”equivalentes a la suma que se nos habría asignado a través de SAG-AFTRA, si hubiéramos tenido una representación sindical o legal adecuada cuando se hizo la película”— (porque esa película la filmaron fuera del sindicato de actores).
También piden —”una consulta significativa sobre cualquier futuro reboot, secuela, precuela, juguete, juego, atracción, escape room, etc. de ‘La Bruja de Blair'”— (es decir, crear un acuerdo cada vez que hagan cualquier proyecto relacionado con la bruja).
Pero por mucho escándalo que hagan en las redes sociales se ve complicado lograrlo, a menos que Lionsgate se toque el corazón. Pero un contrato es un contrato.
Ellos firmaron para realizar una película con honorarios acordados y en su momento se les pagó lo que les correspondía. Pero luego al ver el masivo éxito de la película se dieron cuenta de que hubieran podido ganar mucho más.
Fuente: Cinexcepción